Brilla con luz propia
Les confieso que esta frase me encanta, es de mis favoritas y aunque muchas veces tengo que recordármela trato de tenerla muy presente.
El haber tomado la decisión de iniciar este blog m e hizo caer muchas veces en duda e inseguridad, en preguntarme si podría hacerlo, si era el momento o si yo realmente serviría para esto.
Y adivinen qué...
¡Aún no tengo ni idea de la respuesta de ninguna de mis dudas!
Pero si tengo muy clara una cosa, que si fui capaz de cumplir la meta de llevarla, a cabo y ahora verla existir. Es donde entra esa necesidad de creer en mi tener fe y ser feliz haciéndolo, que es lo más satisfactorio
La luz propia la tenemos todos pero no sabemos reconocerla, es estar orgullosos de nosotros mismos, confiar realmente en quienes somos. Esa luz debemos alimentarla para mantenerla encendida, ese combustible que necesitamos está solamente en nuestras manos, hagámoslo:
. Creamos en nosotros, si lo creo lo puedo, nosotros somos nuestro propio impedimento para lograrlo.
. Aceptemonos como somos, si la vida te da limones, ¡haz limonada!
. Seamos libres, olvidémonos del pasado que nos detiene, lo que no nos permita crecer y ser felices dejémoslo atrás.
. Amémonos, si no lo hacemos nosotros ¿quien más?
No es una receta, pero si realmente queremos iluminarnos necesitamos un poquito de esta medicina.
Lo mejor de todo esto es que la luz propia se contagia, y si nuestra luz ilumina fuerte le enseñaremos el camino a otros.